DISPONIBLE // DISPUESTO

La llegada del COVID, llevó a una nueva realidad al mundo y en Latinoamérica, en particular a sus casi 600 millones de habitantes. Igualo a todos los seres humanos, más allá de sus creencias, su poder económico o su capacidad intelectual. Hizo aflorar lo bueno y humanitario de muchos de sus habitantes y la miseria de algunos pocos.
Tenemos como sociedad, muchas cosas DISPONIBLES a nuestro alcance. Se dispone entre otras, de recursos científicos, tecnológicos, de riquezas, laborales, políticos, educativos, sanitarios y religiosos. Con gente de un excelente nivel en cada una.
Pero quienes pueden disponer (y lo saben) para lograr la superación y el desarrollo, sus autoridades y responsables, en muchos lugares tristemente, no están DISPUESTOS a asumir el rol que les corresponde para esta hora.
Resulta más redituable (para unos pocos), que no se trate con altura, profundidad, las dificultades que surgen: por falta de trabajo, la educación, la salud, la tecnología, las redes y su conectividad o a la religión. El hambre, los millones de migrantes que salen de un país a otro, el aborto, la corrupción, el matrimonio igualitario, la pedofilia, la eutanasia, la violencia de género, la explotación infantil, la trata de personas, la libertad religiosa, educación, salud y otra decena de temas más. Y no sean resueltos y aprueben leyes, en los ámbitos que corresponden, ante temas que afectan a todos sus habitantes.
Pero que, de nosotros, los hijos de Dios, ante esta realidad, ¿olvidamos de lo que tenemos DISPONIBLE? Nada mas ni nada menos que el Evangelio, sus buenas noticias, que pueden transformar la mente y el corazón de aquellos que lo aceptan, en cualquier lugar o rol que cumplan en la sociedad.
Pero vale otra pregunta ¿estamos DISPUESTOSa vivirlo y compartirlo cada día? Hay muchos creyentes que lo hacen, pero es evidente que no es suficiente.
Para que Latinoamérica se rinda a Cristo, precisa oír y aceptar el Mensaje, que podemos en forma individual y nosotros como Asociación en Argentina, al igual que otras tantas organizaciones en el continente, levantemos la voz del Evangelio, frente a las injusticias o temas sociales.
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; ¡y! ay de mí si no anunciare el evangelio!
1 Corintios 9:16
Dios quiera podamos primero recapacitar y luego ponernos en acción de forma inmediata.
En Cristo
AUTOR: Pastor Jorge Pérez
Presidente de la Asociación Bautista Argentina